jueves, 23 de febrero de 2012

¿Formación bonificada o coacción bonificada?

Formación bonificada, algunos de nosotros sabemos lo que es realmente, cual es la bonita teoría, la esencia de ofrecer la oportunidad al trabajador y a las empresas de aprovechar, lo que previamente han pagado en cuotas de formación, para mejorar la productividad, la eficiencia y el rendimiento de su empresa, mediante la capacitación y formación de sus trabajadores.

Yo como profesional de la formación hace mucho tiempo que se, que desgraciadamente, eso no es así, ni por asomo es así. A pesar de las muchas experiencias que he tenido de empresas de "formación" (y si, lo pongo entre comillas), que no realizan ningún tipo de formación, pero sí consumen los créditos, pensaba que había un resquicio en el que a base de información y buenas intenciones nos podríamos dedicar a lo que nos gusta, hacer cursos para aquellas personas que quieren aprender.

Pero parece ser la lucha de David contra Goliat, donde el gigante lo representan, los sindicatos, asociaciones diversas y grandes emporios de formación con odas de comerciales que utilizan cualquier tipo de treta para conseguir de las asesorías y las empresas una firma o unos datos que les permitan justificar unos cursos que nunca llegan a realizarse.

En un solo día, me han llegado 4 casos de trabajadores o empresas que estaban interesados en realizar con nuestro centro un curso necesario para su futuro laboral, pero que no pueden porque a día 23 de febrero (una confederación de empresarios, una mutua de prevención o un centro de formación, respectivamente, les habia consumido un crédito con una formación que no habian realizado). O lo que es todavía peor, los amenazan con no realizarles tal o cual gestión si deciden consumir su bonificación en un curso que no sea suyo.
Una coacción ficticia, pero que el dueño de la tienda de la esquina no tiene ni idea de que es así, y en cuanto escucha la palabra inspección, se echa a temblar como si el mismo Franco se fuera a levantar de su tumba.

No sabemos que somos libres de elegir, todavía no somos conscientes de que somos responsables de nuestro futuro, como personas y como empresarios.

Lo peor de todo, es que estos desinformados empresarios no saben que si realmente esa inspección se llegara a realizar, ellos, y sólo ellos, serían los responsables del fraude. Porque son los responsables de lo que ocurre en su organización, son los que pagan una factura ficticia, y los que se aprovechan de una bonificación que nunca se debería haber realizado, porque el trabajador, ni ha realizado el curso, ni nunca llegará a recibir ese supuesto título.
Hay estadísticas que dicen que sólo un 30% de las pymes españolas disfruta de la formación continua, yo me atrevería a decir, que en este rincón de la geografía española, ese porcentaje es del 1%, el resto, nunca ha realizado un curso de formación continua, sólo lo han bonificado, que señores, no es lo mismo.

Soy consciente que estas palabras pueden levantar ampollas, porque este tema parece tabú, es algo que hablas en determinados círculos, en la calle, en la cafetería, y todo el mundo sabe, todos conocemos una asesoría que lo hace, un centro de formación que lo hace, una organización u asociación que lo hace, y sin embargo, a la hora de la verdad no hay forma de que salga a la luz. ¿pero digo yo....... seguro que lo del Urdangarían también era tabú, y sin embargo ahora se habla a voces. Bueno, pues aqui estoy yo para gritarlo: BASTA A  LA COACCIÓN BONIFICADA!!!!!!!!

2 comentarios:

  1. Gran post 100% de acuerdo. También he vivido situaciones así en las que notaba cómo me hervía la sangre.

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    1. Gracias José Luis, a mi a veces me pasa esto de hervirme la sangre y grito!!! no consigo mucho, pero que un profesional me diga que está de acuerdo es suficiente para hacernos saber que no TODA la formación está viciada.

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